Director: Jean Pierre Jeunet - Marc Caro
Título Original: Delicatessen
Idioma en que se proyecta: Castellano
País: Francia
Año: 1991
Duración: 99´
Reparto: Dominique Pinon (el inocente), Jean Claude Dreufus (el carnicero), Karin Viard (la fresca), Marie Laure Dognac (la hija del carnicero)
Elegida por: Notoriamente Nefasto
Sinopsis: En un lugar de Francia indeterminado, en época indeterminada también, el hambre aprieta, y una comunidad de vecinos un tanto especial ha encontrado una manera peculiar de asegurarse el sustento.
No por ser una comparación demasiado obvia, mi presentación de la última peli que os traje al Cineclub va a dejar de ser descrita como una "Delicatessen".
Producto francés, de alta cocina, para paladares y espíritus elevados, que además de ricas hamburguesas americanas sepan apreciar también el sabor de lo exquisito o sofisticado. O simplemente diferente.
Podría haber presentado directamente el jugoso solomillo cocinado a baja temperatura que Jean Pierre Jeunet se marcó con Amelie, que suele gustar incluso a aquellos no habituales de la cocina con estrellas Michelin, pero preferí arriesgar un poquito más, y desplegar en vuestra mesa, una vez más, una ópera prima, la inefable "Delicatessen".
Hace ya tiempo, seguramente en compañía de Mr. Brown, descubrí esta película, y desde entonces procuro no perderme ninguna otra elaboración del maestro Jeunet.
Tener un sello personal, que te haga reconocer al autor con apenas un par de fotogramas de cada una de sus pelis, me parece complicadísimo. Ciertamente, cualquier experto en materia cinematográfica me podría instruir indicándome que, con Jeunet, ese sello se logra mediante un uso experto de los diversos condimentos, como fotografía, sonido, actores, montaje, vestuario, o escenografía. Yo, que de experto no tengo nada, en ocasiones prefiero tan sólo dejarme llevar y degustar el plato. Y los platos de Jeunet los reconozco al instante, y me gustan.
Sólo podría indicar que sus personajes, siempre, siempre, son una mezcla fantástica de personajes reales y un poco fantásticos. Lo que les pasa es a la vez cotidiano e imposible. Este ingrediente no me está quedando muy claro, pero yo lo reconozco y me entiendo a mí mismo.
Por último, tengo que hablar de escenas favoritas, y geniales. Escena favorita 1: la pareja empieza a hacer el amor en el colchón de muelles, y todo el edificio completo entra en resonancia. Suculenta, sin duda.
Escena favorita 2: ¿Qué no se podía superar la anterior? Por supuesto que sí. Con sutileza. De más a menos, para que flipes. Nuestro amigo Lousion, el payaso, se sienta con la chica en el colchón para arreglar el ruido que, al parecer, trastornó a la comunidad la noche anterior. Y mientras comprueba el chirrido, ambos se mueven, y el movimiento acompasado es a la vez ingenuo, y a la vez sensual. Más suculenta aún.
En fin, que pliego mi servilleta, y espero que el plato os pareciera sabroso!