¿Porqué un Cineclub?
- Porque somos tres amigos a los que nos gusta el cine.
- Porque nos gusta ver películas en casa y comentarlas después
-Porque cada uno tiene sus "tesoros fílmicos" que quiere hacer ver a sus amigos para ver si les gustan tanto como a uno mismo

-Porque ademas de ver pelis, cenamos muy agusto mientras tanto
-Y porque queremos aprender más de cine!

¿Cuando empezó todo esto?

-La primera película se proyectó el 3 de Febrero de 2010.
¿Y cuánto va a durar?
-Lo haremos durar todo lo que se pueda, mientras haya cine, habrá Cineclub.

martes, 23 de abril de 2013

75. Todo es mentira.


Título: Todo es mentira
Idioma en que se proyecta: Castellano
Director: Álvaro Fernández Armero
País: España (va bien…)
Año: 1.994
Duración: 100´
Reparto: Coque Malla, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Santiago Segura, Cristina Rosenvige,  Jordi Mollá, etc…
Fecha de proyección: 24 de abril de 2013
Elegida por: Notoriamente Nefasto

Sinopsis: Pablo conoce a Lucía, y ambos inician una relación de pareja.  Así se unen al descontento general con el que también el resto de sus amigos llevan lo que viene siendo precisamente, una relación de pareja…




Me estaba dando cuenta de que mi aportación al cineclub en lo que viene siendo el cine patrio no estaba siendo precisamente muy grande. En éstas andaba cuando la ciudad de Cuenca se cruzó en alguna de mis conversaciones (tengo una visita pendiente a las casas colgantes, por cierto…), y recordé automáticamente esta película que había visto hace ya unos cuantos años. Así que me decidí a rescatarla.

Al acordarme de Coque Malla, me vino también a la cabeza un corto que en su día había visto donde él mismo también aparecía, y que me llamó igualmente la atención en su día.

Y resulta que los dos, peli y corto, los ha dirigido el mismo director, Álvaro Fernández Armero, al que, sin ser del todo muy consciente, he seguido medianamente desde entonces.

Bueno, al parecer el corto que recordaba, sobre Coque y una jovencita llamada Ariadna Gil en una estación de metro, se llama “El columpio”, y ganó el Goya al mejor cortometraje en el año 1.994. Y es al año siguiente, cuando el director consigue filmar su primera película, llamada “Todo es mentira”, con estos mismos protagonistas, entre otros.

Así que vimos ambos. Aquí tenéis el corto:









Me gustó volver a ver la peli. Han pasado cerca de 20 años desde su estreno, y todos, los actores y uno mismo, tenemos ya menos cara de críos. Sin embargo los diálogos y situaciones volvieron a hacerme reir de nuevo. La peli creo que rinde un claro homenaje al maestro Woody Allen,  y su visión más bien pesimista de las relaciones de pareja. Y, de la misma manera que en las películas de Allen, también hay como ingrediente añadido mucho sentido del humor. 
Pero claro, todo ello, muy de aquí, de cómo eramos nosotros mismos, con lo cual es muy fácil identificarse con el ambiente, bastante más cercano que Nueva York.
Yo creo que en el Manhattan de Allen no aparecían esos porteros de discoteca absolutamente estúpidos cuya misión jamas entederemos,o esos azulejos 20x20 blancos alicatando cocinas cutres, pero precisamente por eso te ves mucho más en los personajes, que llevan camisetasde rayas muy parecidas a las que tú mismo llevabas.
 Pedazo de escena la venganza de Coque, en nombre de todos los que no fuimos dignos de entrar en aquellos antros. 





Creo que tanto Coque Malla como Penélope están realmente bien en la peli. Divertidos y muy creibles, los dos siempre me han caído simpáticos. Me parto con sus diálogos y sus escenas, sobre todo con las de los enfados (que son unos cuantos). Se insultan con una gracia que parece que se están echando piropos, y el "me voy a Cuenca" de Coque lo he adoptado en muchas ocasiones personalmente. De hecho, últimamente cada vez que veo telediarios o escucho las noticias me entran unas ganas de irme a Cuenca irresistibles, hasta que recuerdo que Cuenca también forma parte del Reino.

Tengo que reconocer que en ocasiones me cuesta acordarme del cine español, pero nunca he dejado de ver sus películas. Suelo acabar encontrando buenas historias, que, siendo sencillas la mayoría de las veces, te dejan sabor de buen cine en la boca. Y muchas veces, al cine, no le pido mucho más que eso.

Lo dicho, que: "me voy a Cuenca", aunque al final, nunca me vaya.