Título Original: Awakenings
Idioma en que se proyecta: VO. Subtitulada
País: USA
Año: 1990
Duración: 121´
Reparto: Robert De Niro, Robin Williams, Penelope Ann Miller
Premios: Fue nominada a varios, pero fueron a parar a "Mi Pie Izquierdo" la mayoría.
Elegida por: Notoriamente Nefasto
Recientemente fui al cine a ver el documental protagonizado
por Juan Carlos Unzué, el futbolista y portero de Osasuna y el Barcelona,
aquejado por la enfermedad del ELA, en el que cuenta precisamente lo chungo que
es ésta enfermedad, y le intenta dar visibilidad a la misma.
Lo que más me llamó la atención, fue que en todo momento
Unzué luce una admirable sonrisa, y hace gala de un sentido del humor
envidiable.
Posteriormente, en un capítulo de la maravillosa serie “Doctor
en Alaska”, fue Ed Chiguilak, el chico indio que adora el cine, quien mencionó
lo que le pasaba a De Niro en Despertares.
Así que me dispuse a ver “Despertares”, para saber qué le
pasaba exactamente a De Niro. No me podía quedar sin saberlo.
Encontré muchas similitudes entre documental y película. Ambos
hablan de una enfermedad muy jodida, que te deja inmóvil, que no te deja vivir
como quisieras. Ambos además, documental y película, me dejaron tocado. Pero
ambos me dejaron tocado y con una profundas ganas de vivir la vida. Como sus
protagonistas.
Unzué, un tío que lo ha tenido todo, como digo, no deja de sonreír
todo el rato, mientras cuenta las putadas que, inexorablemente, la enfermedad le
va haciendo. El tío sonríe, y no deja de luchar, ni un solo momento. Le veo disfrutar
la vida desde su silla de ruedas cuando ve por fin lleno el Nou Camp en el
partido que organiza, tras muchos avatares, entre Barcelona y Manchester City,
para dar visibilidad al ELA. Su mujer, otra campeona, nos cuenta además, que no
ha tenido un “mal día” el tío. Que su sonrisa no es sólo para el documental.
Que su sonrisa en casa es también permanente.
La historia que protagoniza mi adorado Robert De Niro, está
también basada en hechos reales. Un médico e investigador, encarnado en “Awakenings”
por un soberbio Robin Wiliams, consiguió en los años 70 hacer “volver a la vida”,
por un tiempo, a una serie de pacientes que sobrevivían más bien como vegetales
en un hospital psiquiátrico.
Muchas cosas me emocionan de la peli. La madre de Leonard,
el niño que más tarde será De Niro, y que con apenas 12 años queda en estado
catatónico por una enfermedad denominada encefalitis letárgica, en un momento
de la película se dice: “Cuando esto le pasó a mi hijo, me pregunté porqué,
porqué a mí y a mi niño. No me preguntaba porqué todo era perfecto cuando mi
hijo estaba bien”.
Yo sí me lo pregunto, sin embargo. Doy gracias cada día por
mis hijos maravillosos, guapos, inteligentes y sanos, y me pregunto porqué
otros niños, porqué otros padres, no tienen mi misma suerte. Mi inmensa suerte.
En otro momento de la película, para mí mágico, Leonard, De Niro,
despierta absolutamente entusiasmado al bueno del doctor, ahora que, tras estar dormido, está al fin despierto, y le dice, le grita más bien, que
tienen que salir a la calle y contar a pleno pulmón a todo el mundo, que no se están dando
cuenta de lo maravillosa que es la vida. “No se dan cuenta!, Con todas las malas
noticias del periódico, con el día a día, han olvidado lo maravilloso que es
vivir! Sentir, moverse, respirar!”
Bailar! Los pacientes al despertarse, no dudan lo que
quieren hacer, quieren bailar, celebrar, disfrutar.
Nosotros podemos bailar. Tenemos la obligación de bailar
mientras podamos. No hay que darle muchas vueltas a las cosas, o al menos esa
es mi filosofía. No vamos a llegar a entender porqué hay padres que pierden a
sus hijos, porqué hay gente que sufre enfermedades. Esas preguntas no tienen muchas
respuestas. Lo único que sí sabemos con certeza es que estamos aquí. Hay que sonreír,
y hay que bailar la vida. Eso quería contaros, cuando os puse la peli. Eso
quiero contaros, al escribir aquí.