Director: Andrew Patterson
Idioma en que se proyecta: V.O.
País: U.S.A.
Año: 2019
Duración: 91´
Reparto: Sierra McCormick, Jake Horowitz
Premios: Sección Locura de Medianoche del Festival de Toronto, nada más y nada menos.
Elegida por: Notoriamente Nefasto
De qué va: En un pueblo de E.E.U.U. en los años 50, mientras todo el pueblo asiste al partido de baloncesto del club local, una operadora de teléfono y un locutor de radio empiezan a escuchar ruidos raros.
Visto que no hay manera de sacaros de vuestra casa, no me
quedó más remedio que poner otra peli a distancia, para desatascar el Cineclub.
Entiendo que la cosa está malita, que hay que tener cuidado,
pero a mí, pudiendo quedar para vernos, la verdad es que estas telesesiones ya
no me motivan nada. Estuvieron muy bien durante los confinamientos, pero ahora,
os echo mucho de menos, qué le vamos a hacer. Está bien que los prudentes
amarren un poco a los lanzados, y los lanzados tiremos de los prudentes, para
que, como siempre, en el medio esté la virtud. Pero creo que tenemos que hacer
por vivir de nuevo, con todo el cuidado del mundo, así que espero que la
siguiente sesión sea face to face, de verdad.
Dicho lo cual, no me apetecía gastar una bala en una sesión
de medio pelo, así que no me importó arriesgar colocándoos esta bonica e innovadora
película, objeto de polémica en los ambientes cinéfilos, que Amazon Prime tiene
a bien alojar en su catálogo. Fue el director español Rodrigo Cortés, una vez
más, quien la defendía en Twitter, por el que llegué a tener conocimiento de
que tamaño film existe.
Me había visto la primera hora y la verdad es que me gustó.
Vi un director detrás contando cosas de manera peculiar y original, con planos
currados, y una extraña mezcla entre pocos medios y despliegue espectacular de
los mismos. La acción de la peli está más contada que filmada, y se basa en lo
que hablan los personajes, en muchos casos sin ni siquiera una imagen, con la
pantalla en negro directamente. Me gustó como la chica se pega un plano larguísimo delante
del aparatejo ese dónde ponen las clavijas las operadoras de los 50, y sin
embargo la historia progresa. Frugalidad de medios a tope.
Y sin embargo, en otras escenas, la cámara se vuelve loca y
sale volando en travellings imposibles, donde hay un montón de personas
moviéndose en perfecta sincronización, con una ambientación de lo más cuidada,
que incluye montones de coches antiguos que tienen que costar un ojo de la
cara.
Pues todo eso me gustó. Además, había que el final estaba
bien, así que me lo reservé también para ver yo mismo. La verdad es que luego no me lo pareció tanto. Pero ya eso es cuestión de gustos. Y
no lo voy a destripar aquí.
Así que, si no os gustó, sus fastidiais. Al menos ya podéis
opinar con conocimiento en ambientes pagafastosos sobre si "The Vast of
Night" está sobrevalorada, o porqué a los festivales se les pasó de largo.
Que a mí tampoco me gustan las telesesiones en fase de nueva normalidad, y me
aplico el cuento.