Título: El Reino
Director: Rodrigo Sorogoyen
Título Original: El Reino
Idioma en que se proyecta: V.O. Castellano
País: España
Año: 2018
Duración: 131 min
Reparto: Antonio de la Torre, Josep María Pou, Nacho Fresneda, Luis Zahera...
Premios: 7 goyas y premiada en numerosos festivales
Elegida por: Sr. Marrón
Hace poco, enredando aburrido por Amazon Prime, caí por casualidad en esta película de la que había oído muy buenas críticas pero no me había dado por verla. Como era ya un poco tarde, me dije, veo media horita y si me gusta mañana la termino... Bueno, pues la media horita se convirtió en las dos horas largas que dura, y me fuí a la cama a la una y pico con la sensación de haber visto un peliculón, y con el convencimiento de que sería la próxima en poner en el cineclub.
Así que tres semanas más tarde, no me importó nada volver a tragármela entera, previa presentación a mis colegas, y con las esperanza de que les gustara tanto como a mi.
La película cuenta, con grandes y claros paralelismos pero sin mencionar ni lugares, ni nombres, ni partidos políticos concretos, la historía del descenso a los infiernos de un grupo de políticos corruptos, en especial de uno de ellos, un genial Antonio de la Torre, que pasan de brindar con Möet y ponerse ciegos a gambas a costa del contribuyente, a acusarse entre ellos, desconfiar de todo, destruir pruebas y luchar con su vida por no ser el cabeza de turco del partido.
Me encantó, porque refleja muy bien esa tomadura de pelo constante, a la que nos sometieron a los ciudadanos de a pie y nos llegamos a acostumbrar a ver en cada telediario hace unos años. Esa sensación constante de que nos tomaban por imbéciles. Por imbéciles que les financiaban todos sus caprichos, y además nunca veíamos que se hiciera una clara justicia, siempre teniamos la sensación de que iban a la carcel unos que seguro que lo merecían, pero siempre intuímos que había gente por encima que acaba escurriendo el bulto.
Bueno, pues la peli cuenta eso, casi en tiempo real, y lo cuenta tan bien, que casi empatizas con los sufridores políticos. Casi te da pena que los pillen. Casi deseas que consigan esas pruebas que demuestran que ellos están en el marrón, sí, pero que no están solos y que desde luego no quieren caer solos. Casi.
Aunque es larga, se pasa en un suspiro. La música, machacona, ayuda y acompaña, la cámara sigue a cada paso al pobre Manuel (Antonio de la Torre), mostrándonos que es capaz de todo, literalmente, para conseguir no caer el sólo y arrastrar a quien haga falta.
Mención especial para mi, además de gran descubrimiento, del actor Luis Zahera. Sólo por la escena en el balcón que tiene con De la Torre (increíble trabajo de cámara, por cierto) merece no un Goya sino un Oscar.
Y ese gran final en el que por primera vez en toda la película vemos a alguien con valor para poner un poco en su sitio a tan miserable personaje.
Muy recomendable. De lo mejor que he visto en todo el año.