Título: Terminator 2: el juicio final
Director: James Cameron
Título Original: Terminator 2: The judgement day
Idioma en que se proyecta: V.O.S.E
País: USA
Año: 1991
Duración: 137'
Reparto: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Edward Furlong, Robert Patrick
Premios: 4: Oscar y 2 Bafta
Elegida por: Jayro
Esta es una de esas películas que podíamos haber puesto cualquiera de los 3. Empezaré diciendo que creo que es un peliculón, y sé que decir eso de una peli en la que sale Schwarzenegger es mucho decir. Pero esta peli es otra de las que marcó un antes y un después en la historia del cine. Además, creo que ha envejecido bastante bien.
Empecemos por la historia. Es cierto que la primera parte, pese a ser autoconclusiva, deja muchos hilos a los que agarrarse si se quería continuar. Y la forma de hacerlo en esta me parece muy acertada, aunque crea la paradoja de que da a entender que si no hubiese habido un terminator en el pasado no se podía haber llegado a skynet. Pero está muy bien hilado todo, incluso dando al tío Arnold lo que pedía, que era no hacer de malo.
Los efectos especiales son los que nos dejaron con la boca abierta en su día y hoy, aunque no nos sorprendan tanto, no se han quedado desfasados. Es la primera película en que la CGI es uno de los personajes principales. Me encanta el personaje, no solo por los efectos, si no por la imaginación de hacer un robot así.
Además, las escenas de acción están muy curradas, y la persecución con el camión y la moto es de las que han pasado a la historia del cine.
La banda sonora, con la canción de Guns & Roses, le va como anillo al dedo, dándole ese toque entre macarra y duro.
La peli deja escenas y momentos que han pasado a la historia, como el “hasta la vista baby”, que en la versión española se tradujo como “Saionara baby”. O la ya mencionada persecución por los canales. Aunque a mí una que se me quedo grabada en la memoria es la de cuando John llama a su casa para decir que está bien, y el plano se ve cómo habla su madre, y se va abriendo el plano, hasta mostrar la mano-espada de la “madre” atravesando el cartón de leche y la cabeza del padre.
Creo que ha envejecido muy bien y que se puede disfrutar hoy casi tanto como cuando se estrenó.