Título: Truman
Director: Cesc Gay
País: España
Año: 2015
Duración: 108´
Reparto: Ricardo Darín, Javier Cámara
Premios: Goyas a mejor película, director y actor para Ricardo Darín.
Elegida por: Notoriamente Nefasto
"Dos amigos que ahora viven lejos, se juntan por el triste motivo de que uno de ellos, tiene cáncer, y le han anunciado que va a morir."
Ciento cincuenta sesiones de Cineclub. Ciento cincuenta
películas, con sus ciento cincuenta quedadas. Más de siete años, como nos
recordó Mr. Brown, disfrutando del cine en compañía de amigos.
Nunca creímos que aquella idea que se nos ocurrió llegaría
tan lejos, y nos daría tantas satisfacciones. Así que había que celebrarlo, y
se me ocurrió que juntarnos toda la cuadrilla y ver Truman, podía ser una buena
manera de hacerlo.
Truman, porque es una de esas pelis que me emocionó en el
cine. No sólo porque trata el tema de la muerte, sino también porque lo aborda
desde el punto de vista de la amistad. De la amistad entre los tíos, más
concretamente.
Cuando la vi, me imaginé a mí mismo en ambos papeles, el
de Darín, o el de Javier Cámara. Y hacerlo, me dió bastante en qué pensar. Lo
primero que me trajo a la cabeza es que no deberíamos esperar a que nos pase
algo chungo para apreciar las cosas. Me llamó la atención ver cómo el personaje
de Ricardo Darín, ha perdido parte del miedo a decir lo que siente, no tanto
porque es un tipo valiente, que lo es, sino sobre todo porque ve acercarse a “La
que a todos nos espera”, y entonces muchas tonterías le empiezan a dar igual.
Para mí, gran parte de lo que se debe sentir se resume en
el diálogo que tienen ambos amigos. Uno le pregunta al otro qué es lo que ha
aprendido de él en la vida. Que normalmente no se suele preguntar, por muy
amigo que sea el otro. Y a la vez, se atreve a preguntarle qué han podido
aprender de él. ¿Qué coño de huella he dejado yo, aunque sólo sea en los que
están cerca de mí?, podría ser una traducción de la misma frase. Supongo que
todos nos lo preguntamos.
No me voy a extender en lo mucho que me gusta el
grandísimo Ricardo Darín, que está absolutamente inmenso, como siempre. O en lo
bien que le sostiene Cámara. O en el mérito de la consciente contención de la
que hace gala el director, Cesc Gay. Lo que podría ser un dramón de lágrima fácil
en otras manos, o con cualesquiera otros actores, para mí en Truman es una gran
película.
Una gran película que me gusta tanto, que la puse en la
sesión 150 del Cineclub a mis amigos.