¿Porqué un Cineclub?
- Porque somos tres amigos a los que nos gusta el cine.
- Porque nos gusta ver películas en casa y comentarlas después
-Porque cada uno tiene sus "tesoros fílmicos" que quiere hacer ver a sus amigos para ver si les gustan tanto como a uno mismo

-Porque ademas de ver pelis, cenamos muy agusto mientras tanto
-Y porque queremos aprender más de cine!

¿Cuando empezó todo esto?

-La primera película se proyectó el 3 de Febrero de 2010.
¿Y cuánto va a durar?
-Lo haremos durar todo lo que se pueda, mientras haya cine, habrá Cineclub.

miércoles, 21 de agosto de 2024

267. La diligencia.


Título: La diligencia.
Director: John Ford.
Título Original: The StageCoach
Idioma en que se proyecta: Castellano doblado.
País: USA
Año: 1939
Duración: 96´
Reparto: John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell
Premios: Óscar a Thomas Mitchell como mejor actor-doctor de reparto, y Óscar a la mejor música.

Elegida por: Notoriamente Nefasto.








Si el juego consiste en poner una peli de la infancia, yo tengo que poner una de vaqueros. Y probablemente “La Diligencia” sea de las que más recuerdo, junto con “Caravana de mujeres”, que ya salió por aquí.

Vale, están las de Star Wars, las de Indiana Jones, las de Rambo, las de Mad Max, la de E.T., todas esas que me hicieron adorar el cine desde chiquitín, pero muchas ya han salido por aquí, y las del Oeste fueron las principales. Las que veíamos toda la familia, siempre que no tuvieran rombos (las del Oeste jamás tenían rombos), y que luego yo recreaba con miles de variaciones por el suelo de mi habitación con mis Click de Famobil (véase playmobil), y mis airgamboys (sí, airgamboys). Solían ganar éstos últimos, porque podía mover sus piernas y eran más altos y mejor equipados, aunque luego el mercado, (es el mercado, amigo…) acabara con ellos. Maldito seas, Mercado.

Mi infancia fue realmente así. No sé la de horas y horas que jugué con muñecos de plástico de todo tipo y tamaño, recreando miles de batallas, en las que, invariablemente ganaban los buenos. Todo encajaba perfectamente en aquel universo a ras de parqué, de pocas chicas, malos malosos, y héroes que acaban triunfando. Echo de menos esos ratos, los echo de menos de veras.

Ya crece luego uno para comprobar que no siempre las cosas salen bien, y que las chicas realmente merecen la pena, aunque a veces duelan. Yo he crecido acompañado de esa mirada al mundo que tiene la Diligencia.

En el mundo hay tipos mediocres, tipos malos, tipos que engañan, chicas muy variadas, gente que tiene que decirte cómo hay que hacer las cosas, en el mundo hay de todo, vamos, pero yo echo de menos al héroe. En La diligencia, de repente aparece el héroe. Ese tipo que paraliza todo con su presencia, sin hacer nada, y que hace lo que tiene que hacer. Tiene presencia, enamora a las chicas, tiene amigos fieles, y, sobre todo, hace lo que tiene que hacer. Por eso precisamente igual es que enamora a las chicas y tiene amigos fieles.

Cuando John Wayne aparece en escena, sabes que es el héroe. Esta es probablemente la primera de las películas donde aparece, pero aunque no supieras de él antes, sabes que es el que corta el bacalao.

Está también la chica, claro. A mí me parece guapa. Ya de chico me lo pareció, y, aunque intuía que quizás no se había portado siempre, sabía que de ahí en adelante era ella la que merecía la pena.

Están todos metidos dentro de esa diligencia, donde les pasan cosas, cosas que sacan de cada uno de ellos cómo es en realidad.

Sigo pensando que La Diligencia es una gran película, que cuenta cosas perfectamente actuales, 85 años después de filmada por John Ford. Cosas contadas al hombre que hoy soy, pero también al niño que fui.