Título: La diligencia.
Director: John Ford.
Título Original: The StageCoach
Idioma en que se proyecta: Castellano doblado.
País: USA
Año: 1939
Duración: 96´
Reparto: John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell
Premios: Óscar a Thomas Mitchell como mejor actor-doctor de reparto, y Óscar a la mejor música.
Elegida por: Notoriamente Nefasto.
Si el juego consiste en poner una peli de la infancia, yo
tengo que poner una de vaqueros. Y probablemente “La Diligencia” sea de las que
más recuerdo, junto con “Caravana de mujeres”, que ya salió por aquí.
Vale, están las de Star Wars, las de Indiana Jones, las de
Rambo, las de Mad Max, la de E.T., todas esas que me hicieron adorar el cine
desde chiquitín, pero muchas ya han salido por aquí, y las del Oeste fueron las
principales. Las que veíamos toda la familia, siempre que no tuvieran rombos
(las del Oeste jamás tenían rombos), y que luego yo recreaba con miles de variaciones
por el suelo de mi habitación con mis Click de Famobil (véase playmobil), y mis
airgamboys (sí, airgamboys). Solían ganar éstos últimos, porque podía mover sus
piernas y eran más altos y mejor equipados, aunque luego el mercado, (es el mercado,
amigo…) acabara con ellos. Maldito seas, Mercado.
Mi infancia fue realmente así. No sé la de horas y horas que
jugué con muñecos de plástico de todo tipo y tamaño, recreando miles de
batallas, en las que, invariablemente ganaban los buenos. Todo encajaba
perfectamente en aquel universo a ras de parqué, de pocas chicas, malos malosos,
y héroes que acaban triunfando. Echo de menos esos ratos, los echo de menos de
veras.
Ya crece luego uno para comprobar que no siempre las cosas
salen bien, y que las chicas realmente merecen la pena, aunque a veces duelan. Yo
he crecido acompañado de esa mirada al mundo que tiene la Diligencia.
En el mundo hay tipos mediocres, tipos malos, tipos que
engañan, chicas muy variadas, gente que tiene que decirte cómo hay que hacer
las cosas, en el mundo hay de todo, vamos, pero yo echo de menos al héroe. En La
diligencia, de repente aparece el héroe. Ese tipo que paraliza todo con su
presencia, sin hacer nada, y que hace lo que tiene que hacer. Tiene presencia,
enamora a las chicas, tiene amigos fieles, y, sobre todo, hace lo que tiene que
hacer. Por eso precisamente igual es que enamora a las chicas y tiene amigos
fieles.
Cuando John Wayne aparece en escena, sabes que es el héroe.
Esta es probablemente la primera de las películas donde aparece, pero aunque no
supieras de él antes, sabes que es el que corta el bacalao.
Está también la chica, claro. A mí me parece guapa. Ya de
chico me lo pareció, y, aunque intuía que quizás no se había portado siempre,
sabía que de ahí en adelante era ella la que merecía la pena.
Están todos metidos dentro de esa diligencia, donde les
pasan cosas, cosas que sacan de cada uno de ellos cómo es en realidad.
Sigo pensando que La Diligencia es una gran película, que
cuenta cosas perfectamente actuales, 85 años después de filmada por John Ford.
Cosas contadas al hombre que hoy soy, pero también al niño que fui.