Título: La escafandra y la mariposa.
Director: Julian Schanbel
Título Original:Le Scaphandre et le Papillon
Idioma en que se proyecta: Castellano
País: Francia
Año: 2007
Duración: 112´
Reparto: Mathieu Amalric, Emmanuel le Seigner, Marie-Josée Croze, Max Von Sydow
Premios: Nominaciones a los Oscar, algún Bafta, algún César, director en Cannes, y cosas así.
Elegida por: Notoriamente Nefasto
Sinopsis: "Basada en la novela autobiográfica de Jean Dominique Bauby, cuenta la historia de un hombre acostumbrado al éxito, redactor de la revista Elle, que, de repente, es sacudido por el síndrome del prisionero, una enfermedad rarísima que sólo le permite mover su ojo izquierdo."
Turno para una peli de esas "para pensar", y además una de esas pelis que muy pocos habrán visto. Se me está poniendo cara de gafa-pasta, mientras escribo esto, diciendo que os propongo una peli francesa para pensar que casi nadie conoce, pero es lo que hay.
Yo la había visto en el 2007, y recuerdo que me dejó pensando. Y a veces creo necesario revindicar ese cine que nos sirve para reflexionar sobre todo, por encima de espectáculos, entretenimientos, o arte. La escafandra es una de esas pelis, y, por el tema que trata, os avisé que hay que ponerse a verla con ganas, porque igual a veces no apetece pensar mucho.
Eso sí, no es ese tipo de cine que odio, donde la reflexión consiste en que a los protagonistas les pasan putadas una detrás de otra, que consiguen que acabes asqueado de ver desgracias, siempre en aras de una supuesta visibilidad de no sé que realidades. No es el caso. Creo que esta peli está teñida de un cierto halo de optimismo y sentido del humor, y que, a pesar de tocar un tema realmente duro, transmite ganas de vivir. Eso sí, no vamos a negar que al protagonista le pasa una putada muy gorda. Tan gorda, que, de un día para otro, sólo puede mover su ojo izquierdo.
Creo que, de vez en cuando, viendo esta peli o como a cada uno le venga en gana, hay que pararse en la vida y maravillarse. Hay que pararse un bendito momento y pensar, que la vida puede cambiar en un minuto, que tenemos un regalo maravilloso cada día para nosotros, y que, la triste realidad, es que no valoramos las cosas, hasta que las perdemos. Bueno, pues no perderás más que un par de horas de tu vida viendo "La escafandra y la mariposa", y puede que, como a mí, te transmita ganas de vivir intensamente.
Título: Rebelión a bordo
Director: Lewis Millestone
Título Original: Mutiny on the Bounty
Idioma en que se proyecta: Castellano
País: USA
Año: 1962
Duración: 178
Reparto: Marlon Brando, Trevor Howard, Richard Harris, Tarita (la guapa nativa que se casó con Marlon Brando después del rodaje)
Premios: 7 nominaciones de la academia, pero cero premios. Triunfó Lawrence de Arabia aquel año.
Elegida por: Sr Marrón
Siempre me han gustado las películas ambientadas en el mar.
Me da igual que se trate de buques de guerra, submarinos, naufragios o de humanos convertidos en almuerzos de tiburón.
El mar tiene ese nosequé un queseyó que atrae y aterra a partes iguales, y siempre se convierte en un protagonista más de la película.
En este caso concreto, es el mar lo que une y a la vez separa a los protagonistas de la civilización.
Es muy humano el hecho de que después de soportar un viaje de meses y meses, en un incómodo barco, con un capitán que es un auténtico cretino, pasando frío y penurias, una vez que alcanzan algo parecido al paraíso, casi nadie quiera volver a casa y acaben amotinándose y volviendo al sitio en el que todo son comodidades y placeres.
Conocí lo que era la palabra motín cuando de crío me leí la extraña y terrible novela "Narraciones de Arthur Gordon Pym", de Edgar Allan Poe. En ella el protagonista sufre todo tipo de penurias a bordo del Grampus, desde naufragios a motines, canibalismo para sobrevivir, luchas con tribus salvajes, etc. Pero lo que más me llamaba la atención era el delicado equilibrio que debe existir en un barco, donde el respeto que tienen los marineros por los oficiales puede volverse en miedo y finalmente en rebeldía si el mando no sabe llevar bien las cosas a bordo, y provocar situaciones más que desagradables...
Volviendo a la película, decir que se trata la segunda versión de la misma. Hay otra de 1935 que no he visto pero que debe ser aún mejor que esta, y otra del 1984 con Anthony Hopkins y Mel Gibson que también me gustó, pero menos que esta.
En esta versión creo que la película se sostiene sola gracias a un buen guión y a unas magistrales interpretaciones. En especial la de Marlon Brando como primer oficial y la de Trevor Howard como capitán.
Dicen que el rodaje fue un infierno, en gran parte por lo caprichoso e indisciplinado que era Brando, que hacia lo que le daba la real gana, se emborrachaba cada noche, se inventaba sus líneas del guión, y cambiaba las escenas a su antojo. Pero nada de esto se nota en la película, porque la verdad es que el tío tiene una presencia brutal. ¡Qué porte, con esa mano en la espalda, todo erguido, y con la barbilla alta! Da igual que lleve un pijama rojo y un gorro de dormir, que una guerrera desabotonada: el tío llena la pantalla. Una pena no haberlo podido oir en versión original.
Igual se hace un poquito larga al final, pero creo que es una buena película en conjunto, con sus momentos dramáticos, sus toques de humor (impagable el capitán bailando la danza tribal), sus preciosos paisajes, y con un buen final, que te deja un cierto regusto amargo en la boca, como el agua de mar cuando la tragas sin querer...